17 Y nunca mas me acordare de sus pecados e iniquidades.
18 Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado.
19 Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
20 por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es decir, su carne,
21 y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
23 Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió;