1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo.
2 Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos, cuyo nombre significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz,
3 sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.
4 Considerad, pues, la grandeza de este hombre a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín.