36 Porque David, después de haber servido el propósito de Dios en su propia generación, durmió, y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción.
37 Pero aquel a quien Dios resucitó no vio corrupción.
38 Por tanto, hermanos, sabed que por medio de El os es anunciado el perdón de los pecados;
39 y que de todas las cosas de que no pudisteis ser justificados por la ley de Moisés, por medio de El, todo aquel que cree es justificado.
40 Tened, pues, cuidado de que no venga sobre vosotros aquello de que se habla en los profetas:
41 Mirad, burladores, maravillaos y pereced; porque yo hago una obra en vuestros dias, una obra que nunca creeriais aunque alguno os la describiera.
42 Al salir Pablo y Bernabé, la gente les rogaba que el siguiente día de reposo les hablaran de estas cosas.