47 Pero fue Salomón quien le edificó una casa.
48 Sin embargo, el Altísimo no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:
49 El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿que casa me edificareis?--dice el Señor-- ¿O cual es el lugar de mi reposo?
50 ¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas?
51 Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros.
52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos;
53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles y sin embargo no la guardasteis.