37 Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que comiera con él; y Jesús entró y se sentó a la mesa.
38 Cuando el fariseo vio esto, se sorprendió de que Jesús no se hubiera lavado primero antes de comer, según el ritual judío .
39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro estáis llenos de robo y de maldad.
40 Necios, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
41 Dad más bien lo que está dentro como obra de caridad, y entonces todo os será limpio.
42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, porque pagáis el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasáis por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debíais haber practicado sin descuidar lo otro.
43 ¡Ay de vosotros, fariseos!, porque amáis los primeros asientos en las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas.