24 y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
25 Y habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas,
26 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las potencias de los cielos serán sacudidas.
27 Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria.
28 Cuando estas cosas empiecen a suceder, erguíos y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra redención.
29 Y les refirió una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.
30 Cuando ya brotan las hojas, al verlo, sabéis por vosotros mismos que el verano ya está cerca.