29 Y Leví le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados a la mesa con ellos.
30 Y los fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los recaudadores de impuestos y con los pecadores?
31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
33 Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben.
34 Entonces Jesús les dijo: ¿Acaso podéis hacer que los acompañantes del novio ayunen mientras el novio está con ellos?
35 Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, entonces ayunarán en aquellos días.