17 para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: El mismo tomo nuestras flaquezas y llevonuestras enfermedades.
18 Viendo Jesús una multitud a su alrededor, dio orden de pasar al otro lado.
19 Y un escriba se le acercó y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.
20 Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
21 Otro de los discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
22 Pero Jesús le dijo: Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.
23 Cuando entró Jesús en la barca, sus discípulos le siguieron.