12 Tu presencia irradia riqueza y gloria, Tú eres soberano de todo, en tu mano están la fuerza y la grandeza y con tu mano engrandeces y fortaleces a todos.
13 Por eso, Dios nuestro, nosotros te damos gracias y alabamos tu nombre glorioso.
14 Ni yo ni mi pueblo somos nadie para atrevernos a hacerte estos donativos, pues todo procede de ti y sólo te damos lo que de ti hemos recibido.
15 Ante ti no somos más que extranjeros y advenedizos, al igual que todos nuestros antepasados, y nuestra vida terrena es sólo una sombra efímera.
16 Señor Dios nuestro, todo este cúmulo de preparativos que hemos hecho para edificar un Templo en honor de tu santo nombre procede de ti y todo te pertenece.
17 Bien sé, Dios mío, que tú sondeas las conciencias y amas la sinceridad. Por eso, yo te he hecho todos estos donativos voluntaria y sinceramente, y ahora veo con alegría que tu pueblo, aquí presente, también ha contribuido voluntariamente.
18 Señor Dios de nuestros antepasados Abrahán, Isaac e Israel, conserva siempre en el corazón de tu pueblo estas actitudes e intenciones y encamina sus corazones hacia ti.