25 Sus parientes, que vivían en sus pueblos, tenían que venir de vez en cuando para acompañarlos durante siete días.
26 Pero los cuatro porteros principales, que eran levitas, tenían servicio permanente y estaban encargados de las dependencias y de los tesoros del Templo de Dios.
27 Pasaban la noche en los alrededores del Templo, pues estaban encargados de vigilarlo y abrirlo cada mañana.
28 Algunos de ellos tenían a su cargo los objetos del culto y los contaban al guardarlos y al sacarlos.
29 Otros estaban encargados de los utensilios y vasos sagrados, de la flor de harina, el vino, el aceite, el incienso y los perfumes.
30 Pero eran los sacerdotes quienes hacían la mezcla de los perfumes.
31 El levita Matitías, primogénito del corajita Salún, se encargaba siempre de preparar las frituras