26 Pero los cuatro porteros principales, que eran levitas, tenían servicio permanente y estaban encargados de las dependencias y de los tesoros del Templo de Dios.
27 Pasaban la noche en los alrededores del Templo, pues estaban encargados de vigilarlo y abrirlo cada mañana.
28 Algunos de ellos tenían a su cargo los objetos del culto y los contaban al guardarlos y al sacarlos.
29 Otros estaban encargados de los utensilios y vasos sagrados, de la flor de harina, el vino, el aceite, el incienso y los perfumes.
30 Pero eran los sacerdotes quienes hacían la mezcla de los perfumes.
31 El levita Matitías, primogénito del corajita Salún, se encargaba siempre de preparar las frituras
32 y algunos de sus parientes queatitas eran los encargados de colocar cada sábado los panes de la ofrenda.