49 echó mano a su zurrón, sacó una piedra, la lanzó con la honda y le pegó en la frente al filisteo. La piedra se le clavó en la frente y cayó de bruces al suelo.
50 Y así, con la honda y la piedra, David venció al filisteo; lo golpeó y lo mató sin empuñar espada.
51 Luego echó a correr y se detuvo junto al filisteo, agarró su espada, la desenvainó, lo remató y le cortó con ella la cabeza. Vieron los filisteos que su campeón había muerto y salieron huyendo.
52 Entonces los soldados de Israel y Judá lanzaron el grito de guerra y salieron en persecución de los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Y el camino que va desde Saaráin hasta Gat y Ecrón quedó sembrado de cadáveres filisteos.
53 Cuando dejaron de perseguir a los filisteos, los israelitas regresaron a saquear su campamento.
54 En cuanto a David, tomó la cabeza del filisteo para llevarla a Jerusalén, pero guardó sus armas en su propia tienda.
55 Cuando Saúl vio salir a David al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, general del ejército:— Abner, ¿de quién es hijo ese muchacho?Abner respondió:— Te juro que no lo sé.