31 Se acerca el día en que despojaré de privilegios a ti y a la familia de tu antepasado, de manera que nadie llegará a viejo en tu familia.
32 Te concomerás de envidia al contemplar la prosperidad de Israel, sin que nadie llegue jamás a viejo en tu familia.
33 Mantendré a alguno* al servicio de mi altar, hasta que se apaguen tus ojos y se extinga tu vida, pero la mayor parte de tu familia morirá violentamente.
34 Tendrás la confirmación de esto en lo que les va a suceder a tus hijos, Jofní y Finés: ambos morirán el mismo día.
35 Yo designaré un sacerdote fiel que actúe conforme a mi criterio y mi voluntad. Le proporcionaré una familia estable y vivirá siempre al servicio de mi ungido.
36 Y cualquier superviviente de tu familia se inclinará ante él para mendigar unas monedas y una hogaza de pan, suplicándole: “Por favor, asígname cualquier tarea sacerdotal para poder comer un trozo de pan”.