12 Le dieron también una torta de higos y dos racimos de pasas. Él comió y se sintió reanimado, pues llevaba tres días y tres noches sin comer ni beber nada.
13 Entonces David le preguntó:— ¿De quién eres y de dónde vienes?El muchacho egipcio contestó:— Soy esclavo de un amalecita. Mi amo me ha abandonado, porque caí enfermo hace tres días.
14 Habíamos hecho una incursión al sur de los quereteos, de Judá y de Caleb, y hemos incendiado Siclag.
15 David le preguntó:— ¿Puedes llevarme hasta esa banda?El muchacho respondió:— Si me juras por Dios que no me matarás ni me entregarás a mi amo, te llevaré hasta esa banda.
16 Él los llevó y los encontraron desperdigados por el campo, comiendo, bebiendo y celebrando el gran botín capturado en territorio filisteo y en Judá.
17 David los estuvo atacando desde el amanecer hasta el atardecer y no escapó ninguno, a excepción de cuatrocientos muchachos que agarraron los camellos y huyeron.
18 David recuperó todo lo que se habían llevado los amalecitas y rescató a sus dos mujeres.