1 Pasado muy poco tiempo, Lisias, tutor y pariente del rey y encargado de los asuntos del gobierno, se sintió profundamente pesaroso por cuanto había acontecido.
2 Reunió entonces unos ochenta mil soldados, además de toda la caballería, y se puso en marcha contra los judíos. Estaba decidido a tomar Jerusalén, convertirla en una colonia griega
3 y obligar al Templo a someterse al pago de tributos, como hacían los templos paganos; incluso pretendía poner en venta todos los años el cargo de sumo sacerdote.
4 Pero para nada contaba con el poder de Dios, sino que ponía su confianza en su ingente infantería, sus miles de jinetes y sus ochenta elefantes.
5 Al entrar en Judea se dirigió a Betsur* y la sitió. Era una plaza fuerte situada en una garganta, a unos veintiocho kilómetros de Jerusalén.