1 Al cabo de tres años, Judas y los suyos supieron que Demetrio*, hijo de Seleuco, había desembarcado en el puerto de Trípoli con un poderoso ejército y una flota,
2 y que, después de hacer matar a Antíoco y a Lisias, su tutor, se había adueñado del país.
3 Entre tanto apareció en escena un tal Alcimo, que antes había sido sumo sacerdote y que, en vez de romper con el paganismo, se había contaminado con él voluntariamente; viendo que no tenía posibilidades de rehabilitarse ni de acceder de nuevo al altar sagrado,
4 se presentó ante el rey Demetrio, alrededor del año ciento cincuenta y uno, llevándole una corona de oro, una palma y los habituales ramos de olivo procedentes del Templo. En aquella ocasión no dijo nada,