35 Judas mandó colgar en la ciudadela la cabeza de Nicanor, como señal evidente y visible para todos de la ayuda prestada por el Señor.
36 Entonces, todos a una, decidieron no dejar pasar este día sin conmemorarlo; al efecto decretaron que se celebrara como festivo el día trece del duodécimo mes —llamado Adar en arameo*—, víspera del día de Mardoqueo.
37 Estos son los hechos referentes a Nicanor. Y puesto que a partir de entonces la ciudad ha estado en poder de los hebreos, termino aquí mi relato.
38 Si he logrado escribirlo bien, eso es lo que yo deseaba. Por el contrario, si es mediocre y poco estimable, ciertamente es todo cuanto pude hacer.
39 Porque así como no es grato beber vino solo o agua sola, en tanto que beber vino mezclado con agua resulta agradable al paladar, así también la redacción armoniosa de los diversos elementos del relato resulta placentera a los lectores. Con esto pongo fin a mi obra.