4 Ellos respondieron:— El Señor que vive y es Soberano en el cielo, es quien ha mandado celebrar el séptimo día.
5 Nicanor replicó:— Pues yo, que soy soberano en la tierra, ordeno que se empuñen las armas y se obedezca al rey.Sin embargo, no pudo llevar a término su perverso designio.
6 Delirando de soberbia, se propuso Nicanor levantar un monumento público con los despojos que pensaba arrebatar a Judas y los suyos.
7 Pero en ningún momento el Macabeo dejó de confiar en el Señor y de esperar su ayuda;
8 exhortaba a los suyos a que no temieran el ataque de los paganos, sino que tuvieran presente el auxilio que en otro tiempo habían recibido del cielo; también ahora el Señor todopoderoso les daría la victoria.
9 Les infundía aliento con las palabras de la ley y los profetas, y los animaba recordándoles los combates que antes habían sostenido.
10 De esta manera los llenaba de valor, y al mismo tiempo les hacía ver la perfidia de los paganos y la transgresión de sus juramentos.