26 Para nosotros, empeñados en el penoso resumen de la obra, la tarea no ha sido sencilla, sino que nos ha costado muchos sudores y desvelos.
27 Así como resulta difícil preparar un banquete que agrade a todos los demás, también nosotros hemos soportado con gusto este trabajo, para ser útiles a otros;
28 al propio historiador le dejamos el examen detallado de los hechos, mientras que nosotros nos hemos esforzado por ajustarnos a las normas de un resumen.
29 Pues de la misma manera que el arquitecto de una nueva casa tiene que estar atento al conjunto del edificio, mientras que los pintores y decoradores sólo se ocupan de la ornamentación, así me parece que sucede con nosotros.
30 Al historiador le corresponde profundizar y analizar las ideas, examinando con rigor la materia;
31 en cambio, el compilador debe expresarse de forma concisa, sin tratar de exponer los hechos de manera exhaustiva.
32 Iniciamos, pues, la narración sin añadir más a lo dicho, porque sería absurdo prolongar la introducción y luego ser breves en la misma historia.