3 Les hizo otras recomendaciones semejantes, y los exhortó a no apartar la ley de sus corazones.
4 También se decía en ese mismo documento que, siguiendo las instrucciones dadas por Dios, el profeta mandó llevar consigo la Tienda del encuentro y el arca de la alianza; y se cuenta además cómo se encaminó hacia el monte al que Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios.
5 Al llegar allí, Jeremías encontró una cueva cuya entrada tapó después de haber guardado en ella la Tienda, el arca y el altar del incienso.
6 Más tarde, algunos de sus acompañantes volvieron para poner señales en la senda, pero no lograron dar con ella.
7 Cuando lo supo Jeremías, les reprendió en estos términos: ‘Ese lugar debe permanecer ignorado, hasta que Dios se apiade de su pueblo y lo reúna de nuevo.
8 Entonces el Señor lo pondrá todo al descubierto: la gloria del Señor se manifestará y se mostrará en la nube, como se mostró en tiempos de Moisés y cuando Salomón oró pidiendo que el Templo fuera solemnemente consagrado’.
9 También se decía en el documento que Salomón, lleno de sabiduría, ofreció el sacrificio de dedicación una vez que el Templo estuvo terminado.