16 Pero precisamente esto atrajo sobre ellos una situación calamitosa, porque aquellos mismos a los que seguían e imitaban se convirtieron más tarde en sus enemigos y opresores.
17 Y es que las leyes divinas no pueden violarse impunemente, como se verá en el momento oportuno.
18 Cuando en Tiro, en presencia del rey, se celebraron los juegos quinquenales,
19 el malvado Jasón envió, en representación de Jerusalén, algunos antioquenos allí residentes a quienes dio trescientas dracmas de plata para que ofrecieran un sacrificio a Hércules. Pero no pareciéndoles a ellos oportuno usar el dinero en semejante sacrificio, decidieron aplicarlo a otros gastos.
20 Así pues, por propia iniciativa de los portadores, en vez de hacer un sacrificio en honor de Hércules dedicaron el dinero a la construcción de trirremes.
21 Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto para asistir a la entronización del rey Filométor. Entonces supo Antíoco que este rey era hostil a su política, por cuya razón resolvió tomar medidas de seguridad personal; así que se fue a Jope, y luego a Jerusalén,
22 donde Jasón y toda la ciudad lo recibieron a la luz de las antorchas y entre aclamaciones. Después, Antíoco se encaminó con sus tropas a Fenicia.