8 Pero nosotros no hemos acudido en oración a la presencia del Señor; no le hemos suplicado que aparte los malos pensamientos del corazón de cada uno.
9 Por eso estuvo atento el Señor a tales desgracias, y las trajo sobre nosotros; pues el Señor es justo en todas sus obras y en todo lo que nos ha mandado hacer.
10 Pero nosotros no quisimos escuchar la voz del Señor ni andar conforme a los mandatos que nos había dado.
11 Señor Dios de Israel, tú sacaste de Egipto a tu pueblo con mano fuerte, con señales y prodigios, con gran poder y brazo robusto, e hiciste famoso tu nombre hasta el día de hoy;
12 pero nosotros hemos pecado, hemos caído en la impiedad y hemos obrado injustamente. Así, Señor Dios nuestro, nos hemos comportado conculcando todos tus mandamientos.
13 Aparta de nosotros tu indignación, pues somos pocos los que hemos quedado en las naciones entre las cuales nos dispersaste.
14 Escucha, Señor, nuestras súplicas y oraciones. Líbranos por amor a ti mismo, y haz que aquellos que nos trajeron al destierro nos traten con benevolencia,