18 Entonces dirigirá su mirada a las ciudades de las zonas costeras* y se apoderará de algunas de ellas, pero un general acabará poniendo fin a su insolencia haciendo que esta recaiga sobre él.
19 Después de esto, regresará a las fortalezas de su país, pero tropezará y caerá para no reaparecer.
20 Su sucesor* enviará a un cobrador de tributos para expoliar el esplendor del reino. Sin embargo, será destruido en pocos años, sin enfados ni luchas.
21 Ocupará su lugar en el trono una persona despreciable, a quien nadie le ha concedido el honor de la realeza. Invadirá el reino cuando sus habitantes estén confiados y se hará con él mediante intrigas.
22 Los ejércitos enemigos se desmoronarán ante él, y acabarán siendo aniquilados junto con el príncipe de la alianza.
23 Usará la traición contra sus propios aliados y obtendrá el poder con unos pocos efectivos.
24 Cuando las provincias más ricas se sientan confiadas, las invadirá y llevará a cabo lo que no habían hecho ni sus padres ni sus abuelos: repartir el botín, los despojos y las riquezas entre sus seguidores. Planeará el ataque de las ciudades fortificadas, aunque por breve tiempo.