11 y gritaba a pleno pulmón:¡Talen el árbol, corten su ramaje;arranquen sus hojas, tiren sus frutos!Que las bestias huyan de debajo del árbol,que los pájaros todos abandonen sus ramas.
12 Pero dejen en tierra tocón y raíces,sujetos con cadenas de hierro y de bronce,como una más de las matas del campo.Que el rocío del cielo lo empape de humedad,que comparta con las bestias la hierba del campo.
13 Que sea desposeído de entendimiento humano,que su razón* se equipare a la de un animal,hasta que hayan pasado siete años.
14 Esta es la sentencia que dictan los Vigilantes,esta es la decisión tomada por los Santos.Así reconocerán todos los vivientesque el Altísimo controla los reinos humanos:se los da a quien le place y ensalza al más humilde.
15 Este es el sueño que tuve yo, el rey Nabucodonosor. Por tu parte, Baltasar, dime cómo se interpreta, pues ningún sabio de mi reino ha podido hacerlo. Tú serás sin duda capaz de ello, pues participas del espíritu de los dioses santos.
16 Daniel (apodado Baltasar) permaneció de momento perplejo, alarmado por sus pensamientos. El rey insistió:— Baltasar, no te sientas alarmado por el sueño y su interpretación.Baltasar contestó:— Señor, ¡ojalá este sueño se refiriese a tus adversarios y tus enemigos fuesen los destinatarios de su interpretación!
17 El árbol que viste crecer corpulento, cuya copa llegaba hasta el cielo y que era visible desde toda la tierra,