3 Di entonces la orden de que trajeran a mi presencia a todos los sabios de Babilonia, con la intención de que me proporcionaran la interpretación del sueño.
4 Así pues, se presentaron magos, adivinos, astrólogos y hechiceros, y les relaté mi sueño, pero no supieron dar con su interpretación.
5 Al final se presentó ante mí Daniel, apodado Baltasar en referencia al nombre de mi dios* y partícipe del espíritu de los dioses santos. Y yo le relaté mi sueño:
6 — Baltasar, jefe de los magos, sé que posees el espíritu de los dioses santos y que no hay misterios para ti. Escucha el sueño que he tenido e interprétalo.
7 En las visiones que pasaban por mi mente mientras dormía, contemplé lo siguiente:Había un árbol enormeen el centro mismo de la tierra.
8 El árbol creció corpulento,su copa llegaba al cielo,visible desde toda la tierra.
9 Tenía un ramaje magníficoy tal cantidad de frutosque había comida para todos.Las fieras del campovenían a cobijarse a su sombra;todas las aves del cieloacudían a anidar en sus ramas.Todos los seres vivientesse nutrían de aquel árbol.