4 Así pues, se presentaron magos, adivinos, astrólogos y hechiceros, y les relaté mi sueño, pero no supieron dar con su interpretación.
5 Al final se presentó ante mí Daniel, apodado Baltasar en referencia al nombre de mi dios* y partícipe del espíritu de los dioses santos. Y yo le relaté mi sueño:
6 — Baltasar, jefe de los magos, sé que posees el espíritu de los dioses santos y que no hay misterios para ti. Escucha el sueño que he tenido e interprétalo.
7 En las visiones que pasaban por mi mente mientras dormía, contemplé lo siguiente:Había un árbol enormeen el centro mismo de la tierra.
8 El árbol creció corpulento,su copa llegaba al cielo,visible desde toda la tierra.
9 Tenía un ramaje magníficoy tal cantidad de frutosque había comida para todos.Las fieras del campovenían a cobijarse a su sombra;todas las aves del cieloacudían a anidar en sus ramas.Todos los seres vivientesse nutrían de aquel árbol.
10 En las visiones que pasaban por mi mente mientras dormía, pude ver cómo un santo vigilante bajaba del cielo