10 Pero una vez que hayan cruzado el Jordán y vivan en la tierra que el Señor su Dios les da en herencia, él los mantendrá a salvo de los enemigos que los rodean, y vivirán tranquilos.
11 Y al llegar al lugar que el Señor su Dios escoja como morada de su nombre, llevarán allí todo lo que les he ordenado: sus holocaustos y sus sacrificios, sus diezmos y sus contribuciones, junto con las ofrendas más selectas de sus posesiones que le hayan prometido al Señor.
12 Y harán fiesta en presencia del Señor su Dios, ustedes, sus hijos e hijas, sus siervos y siervas, y también el levita que vive en sus ciudades, ya que él no recibió parte o herencia con ustedes.
13 Ten cuidado de no ofrecer sacrificios allá donde te apetezca.
14 Tus holocaustos los ofrecerás únicamente en el lugar escogido por el Señor en una de las tribus. Solo allí harás todo lo que yo te ordeno.
15 Sin embargo, eres libre de matar animales y comer carne en cualquiera de tus ciudades, en la medida de los bienes que el Señor tu Dios te haya dado. Podrán comerla el puro y el impuro, como si se tratase de gacela o ciervo.
16 Pero no comerán la sangre, sino que la derramarás en la tierra, como el agua.