18 Haz lo que el Señor aprueba como recto y bueno, así serás dichoso y tomarás posesión de la fértil tierra que el Señor prometió a tus antepasados,
19 porque el Señor expulsará delante de ti a todos tus enemigos, tal como te ha prometido.
20 Y el día de mañana, cuando tu hijo te pregunte: “¿Qué significan estos estatutos, normas y preceptos que el Señor nuestro Dios les ha dado?”,
21 tú le responderás: “El Señor nos sacó con gran poder de Egipto donde éramos esclavos del faraón.
22 Ante nuestros propios ojos, el Señor realizó grandes y tremendos milagros y prodigios en Egipto contra el faraón y toda su corte.
23 Y nos sacó de allí para conducirnos y darnos la tierra que prometió a nuestros antepasados.
24 El Señor nuestro Dios nos mandó, entonces, que lo respetásemos cumpliendo estos preceptos, para que seamos siempre dichosos y él nos conserve la vida como hasta ahora.