23 Todo esto lo he investigado con sabiduría pensando llegar a sabio, pero estaba lejos de mi alcance.
24 Cuanto existe es remoto y muy profundo: ¿quién podrá descubrirlo?
25 Me dediqué a conocer, examinar y buscar sabiduría y perspicacia, para reconocer que la maldad es necedad, y la insensatez, locura.
26 Y he descubierto que la mujer es más amarga que la muerte: es, en efecto, una trampa, su corazón un lazo y sus brazos cadenas. El que agrada a Dios se libra de ella, pero el pecador queda atrapado en sus redes.
27 Mira, esto he descubierto —dice Cohélet— después de analizar caso por caso:
28 aunque, no encontré;si hallé a un hombre entre mil,mujer no encontré ninguna.
29 Mira lo único que he averiguado: Dios hizo al ser humano perfecto, pero ellos se buscaron excesivas complicaciones.