3 El faraón pensará que los israelitas no saben salir de Egipto y que el desierto les cierra el paso.
4 Y yo haré que el faraón no se dé por vencido y los persiga; y de nuevo mostraré mi gloria a costa de él y de todos sus ejércitos. Así los egipcios tendrán que reconocer que yo soy el Señor.Los israelitas cumplieron esta orden.
5 Cuando comunicaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, el faraón y sus cortesanos cambiaron de parecer con respecto a los israelitas, y se dijeron: “¿Qué es lo que hemos hecho? Hemos dejado marchar a los israelitas, quedándonos sin mano de obra”.
6 Entonces el faraón mandó preparar inmediatamente su carro y reunió a su ejército:
7 los seiscientos carros mejor equipados y el resto de los carros de Egipto, con sus correspondientes capitanes.
8 Y el Señor hizo que el faraón, el rey de Egipto, se obstinase en perseguir a los israelitas que habían partido en plan de vencedores.
9 Los egipcios con todo su ejército, con carros y caballería, salieron a perseguir a los israelitas y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados, a orillas del mar, junto a Pi Ajirot, frente a Baal Sefón.