8 Debajo de sus alas tenían manos humanas, por los cuatro costados; los cuatro tenían también rostros y alas;
9 las alas de cada par se unían entre sí. Cuando andaban, no se volvían; andaban siempre de frente.
10 Los rostros de los cuatro parecían de ser humano; los cuatro tenían rostro de león por la parte derecha, y de toro por la parte izquierda; y los cuatro tenían rostro de águila.
11 Sus alas estaban desplegadas hacia arriba: dos de ellas se unían, y las otras dos cubrían sus cuerpos.
12 Cada cual caminaba de frente, allá donde los dirigía el viento; cuando andaban, no se volvían.
13 En medio de estos seres vivientes había una especie de brasas encendidas, como unas antorchas que iban de un lado a otro entre ellos; el fuego, que brillaba intensamente, despedía rayos.
14 Los seres vivientes iban y venían rápidos como el rayo.