9 Por eso, así dice el Señor Dios:¡Ay de la ciudad sanguinaria!Yo mismo agrandaré la pira:
10 trae más cantidad de leña,enciende el fuego,deja que se cueza la carne,retira el caldo,que se quemen los huesos.
11 Déjala vacía sobre las brasas,haz que se caliente a topepara que el bronce se ponga al rojo;así se desprenderá su roñay se consumirá su herrumbre.
12 Pero, a pesar de los esfuerzos,no desaparece la roña,ni con fuego se le quita.
13 He intentado purificarte de tu impureza y tú no te has dejado; pues bien, no quedarás limpia hasta que descargue mi cólera en ti.
14 Yo, el Señor, he hablado de lo que va a suceder y lo haré. No me contendré, no tendré misericordia ni me compadeceré. Te juzgarán conforme a tu conducta y tus acciones —oráculo del Señor Dios—.
15 El Señor me dirigió la palabra: