3 dijo:— Señor mío, será para mí un honor que aceptes la hospitalidad que este siervo tuyo te ofrece.
4 Que les traigan un poco de agua para que laven sus pies, y luego podrán descansar bajo el árbol.
5 Ya que me han honrado con su visita, permítanme que vaya a buscar algo de comer para que repongan fuerzas antes de seguir su camino.Ellos respondieron:— Bien, haz lo que dices.
6 Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba Sara, y le dijo:— ¡Rápido!, toma tres medidas de la mejor harina, amásalas y prepara unas tortas.
7 Después Abrahán fue corriendo a la vacada, tomó un becerro tierno y cebado y se lo dio a su sirviente, que a toda prisa se puso a prepararlo.
8 Cuando el becerro ya estuvo a punto se lo sirvió acompañado de leche y requesón. Mientras comían, Abrahán se quedó de pie junto a ellos, debajo del árbol.
9 Ellos le preguntaron:— ¿Dónde está Sara tu mujer?Abrahán respondió:— Ahí, en la tienda.