19 Detrás de ellas salieron otras siete vacas flacas, feas y famélicas. Nunca vi en Egipto unas vacas tan raquíticas.
20 Y de pronto, las siete vacas flacas y famélicas se comieron a las siete vacas anteriores, las robustas.
21 Cuando ya se las habían tragado, no se notaba que hubiesen engordado; continuaban tan flacas y famélicas como antes. Y en ese momento me desperté.
22 Después volví a tener otro sueño en el que siete espigas brotaban de un tallo, hermosas y granadas;
23 pero otras siete espigas, secas y agostadas por el viento solano, brotaban después de ellas
24 y devoraron a las siete espigas hermosas. He contado todo esto a los adivinos, pero ninguno de ellos me lo supo interpretar.
25 José dijo al faraón:— Se trata de un único sueño: Dios ha anunciado al faraón lo que él va a hacer.