14 No hubo antes ni ha habido después un día como aquel, en que el Señor obedeciera a un ser humano. Es que el Señor combatía en favor de Israel.
15 A continuación Josué regresó con todo Israel al campamento de Guilgal.
16 Los cinco reyes derrotados huyeron y se escondieron en la cueva de Maquedá.
17 Y se informó a Josué:— Han sido descubiertos los cinco reyes; están escondidos en la cueva de Maquedá.
18 Josué ordenó:— Hagan rodar unas piedras grandes hasta la boca de la cueva y custódienla con algunos efectivos.
19 Y ustedes muévanse y persigan a sus enemigos; córtenles la retirada y no los dejen entrar en las ciudades de ellos, porque el Señor Dios de ustedes los ha entregado en sus manos.
20 Cuando Josué y los israelitas los derrotaron totalmente, hasta acabar con ellos, los que lograron escapar se refugiaron en las plazas fuertes.