2 Josué mandó unos hombres desde Jericó hasta Ay, que está junto a Bet Avén, al oriente de Betel, con este encargo:— Vayan a explorar la comarca.Los hombres fueron y exploraron Ay.
3 Cuando regresaron, dijeron a Josué:— Que no suba todo el pueblo; para atacar a Ay basta con que vayan dos o tres mil guerreros. No molestes a todo el pueblo haciendo que suba hasta allí, porque ellos son pocos.
4 Subieron, pues, unos tres mil guerreros, pero tuvieron que huir ante los hombres de Ay
5 que mataron a unos treinta y seis israelitas y persiguieron a los demás desde la puerta de la ciudad hasta Sebarín, batiéndolos en la bajada. Entonces el pueblo se desalentó y se sintió desfallecer.
6 Josué se rasgó los vestidos, se postró en adoración delante del Arca del Señor hasta la tarde, y con él los ancianos de Israel; todos esparcieron polvo sobre sus cabezas.
7 Dijo Josué:— ¡Ah, Señor mi Dios! ¿Por qué has hecho cruzar el Jordán a este pueblo? ¿Lo has hecho para entregarnos en manos de los amorreos y acabar con nosotros? ¡Ojalá hubiésemos seguido viviendo al otro lado del Jordán!
8 Ahora que Israel ha huido ante sus enemigos, ¿qué puedo decir yo?