13 Dios, que secó el mar Rojo delante de ellos,
14 los guió por el camino del Sinaí y de Cadés Barnea; y ellos expulsaron a todos los que vivían en el desierto.
15 Se instalaron en la región de los amorreos y, con la fuerza que poseían, aniquilaron a todos los habitantes de Jesbón. Luego cruzaron el Jordán y se adueñaron de la región montañosa.
16 Después de expulsar de allí a los cananeos, los pereceos, los jebuseos, los siquemitas y a todos los guergueseos, se quedaron a vivir allí por mucho tiempo.
17 Todo les fue bien, mientras no pecaron delante de su Dios, porque su Dios aborrece la maldad,
18 pero cuando se separaron del camino que Dios les había trazado, fueron aniquilados en numerosos combates y llevados cautivos a países que no conocían. El Templo de su Dios fue arrasado, y sus ciudades cayeron en poder del enemigo.
19 Pero ahora que se han vuelto a su Dios y han regresado del exilio en el que estaban dispersos, han recuperado Jerusalén, donde está su santuario, y se han establecido en la región montañosa antes deshabitada.