10 El que toque un objeto que haya estado debajo del enfermo, quedará impuro hasta la noche; y cualquiera que haya transportado esos objetos deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
11 Y todo aquel a quien toque el que padece de flujo, sin haber lavado previamente con agua sus manos, deberá lavar sus ropas y bañarse, pero quedará impuro hasta la noche.
12 La vasija de barro que haya sido tocada por el que padece de flujo será hecha añicos; si es de madera deberá ser lavada.
13 Cuando alguien que haya padecido de flujo quede curado, contará siete días hasta su purificación, lavará sus ropas, se bañará en aguas corrientes, y quedará purificado.
14 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones, y vendrá ante el Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro, y se los entregará al sacerdote.
15 El sacerdote ofrecerá uno por el pecado y el otro como holocausto. De este modo el sacerdote hará expiación en presencia del Señor por el flujo del paciente.
16 Cuando el varón haya tenido una pérdida de semen, deberá bañarse de arriba a abajo, pero quedará impuro hasta la noche.