3 Que cada uno respete a su madre y a su padre; y guarden mis días de descanso. Yo soy el Señor, su Dios.
4 No den culto a los ídolos ni se hagan dioses de metal fundido. Yo soy el Señor, su Dios.
5 Y cuando ofrezcan un sacrificio de comunión al Señor, háganlo de tal manera que les sea aceptado.
6 La víctima se ha de comer el mismo día del sacrificio, o al día siguiente; si sobra algo para el tercer día, será quemado.
7 Comer algo el tercer día constituirá una ofensa y el Señor no lo aceptará;
8 el que lo coma sufrirá las consecuencias de su culpa, porque ha profanado lo que es sagrado para el Señor; esa persona será extirpada de su pueblo.
9 Cuando llegue el tiempo de recoger la cosecha en sus campos, no segarás hasta el último rincón ni espigarás el campo segado.