1 Pero sobre los impíos se abatió hasta el finalel azote de tu cólera implacable,pues tú conocías de antemano cuál sería su conducta:
2 sabías que los egipcios urgirían la salida de tu pueblo,para perseguirlo después, cambiando de opinión.
3 Estaban aún, en efecto, celebrando los funeralesy llorando junto a las tumbas de sus muertos,cuando tramaron otro plan insensatoy se pusieron a perseguir como fugitivosa quienes antes habían suplicado que se marcharan.
4 El destino, que bien merecido tenían, los arrastróhasta el punto de no tener en cuenta el pasadoy hacerse acreedores de un tormento que aún faltaba,para completar del todo su castigo.
5 Así, mientras tu pueblo realizaba una prodigiosa travesía,a ellos les tocó en suerte una insólita muerte.
6 La creación entera, obedeciendo tus órdenes,cambió su forma natural de comportarsepara que tus hijos no sufrieran daño alguno.
7 Se vio cómo la nube daba sombra al campamento,y cómo, donde antes había agua, emergía la tierra seca.El mar Rojo se convirtió en vereda transitabley las impetuosas olas en verde llanura por donde,