5 Canten al Señor los que le son fieles,alaben su santo nombre,
6 pues es pasajera su ira y eterna su bondad:quien de noche se retira llorando,por la mañana es un clamor de alegría.
7 Yo, sosegado, decía: “Nunca más sucumbiré”.
8 Señor, tu ayuda me exaltó cual monte poderoso*,pero ocultaste tu rostro y sentí miedo.
9 A ti, Señor, clamo; a mi Señor suplico.
10 ¿Qué provecho hay en mi muerte,en que yo baje a la tumba?¿Podrá alabarte el polvo?¿Anunciará él tu fidelidad?
11 ¡Escucha, Señor, ten compasión de mí;Señor, ven en mi ayuda!