1 Al maestro del coro. Salmo de David.
2 Puse mi esperanza en el Señor,él se inclinó hacia míy escuchó mi lamento.
3 Me sacó de la fosa desolada*,del fango cenagoso;me alzó sobre una rocaafianzando mis pasos.
4 Puso en mi boca un canto nuevo,una alabanza a nuestro Dios;cuantos lo ven, lo venerany confían en el Señor.
5 Feliz quien ha puestoen el Señor su confianzay no sigue a los idólatrasperdidos en la mentira.
6 Tú, Señor y Dios mío,has multiplicado tus maravillasy tus proyectos para nosotros.¡No hay quien a ti se iguale!Los pregonaría, los proclamaría,pero son demasiados para contarlos.
7 No quieres sacrificios ni ofrendas;tú, que me has abierto el oído*,no deseas ni víctimas ni holocaustos.