1 Al maestro del coro. De los hijos de Coré. Para voces de tonos altos. Cántico.
2 Es Dios nuestro refugio y fortaleza,es ayuda constante en la desgracia.
3 Por eso no tememos si la tierra tiembla,si se desmoronan los montes en medio del mar,
4 si sus aguas se agitan encrespadas,si por su oleaje las montañas se mueven. [Pausa]
5 La corriente de un río alegra la ciudad de Dios,la más santa morada del Altísimo.
6 Dios está en medio de ella y nunca caerá,Dios la auxilia al despertar el día.