4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a esas mismas Escrituras;
5 que se apareció primero a Pedro y, más tarde, a los Doce.
6 Después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, de los cuales algunos han muerto, pero la mayor parte vive todavía.
7 Se apareció después a Santiago, y de nuevo a todos los apóstoles.
8 Finalmente, como si se tratara de un hijo nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí,
9 que soy el más pequeño entre los apóstoles y que no merezco el nombre de apóstol, por cuanto perseguí a la Iglesia de Dios.
10 Pero la gracia divina ha hecho de mí esto que soy; una gracia que no se ha malogrado en cuanto a mí toca. Al contrario, me he afanado más que todos los otros; bueno, no yo, sino la gracia de Dios que actúa en mí.