43 se siembra una cosa despreciable, resucita resplandeciente de gloria; se siembra algo endeble, resucita pleno de vigor;
44 se siembra, en fin, un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual. Pues si hay cuerpo animal, también lo hay espiritual.
45 La Escritura dice: Adán, el primer ser humano, fue creado como un ser dotado de vida; el último Adán, como un espíritu que da vida.
46 Y no existió primero lo espiritual, sino lo animal; lo espiritual es posterior.
47 El primer ser humano procede de la tierra, y es terreno; el segundo viene del cielo.
48 El terreno es prototipo de los terrenos; el celestial, de los celestiales.
49 Y así como hemos incorporado en nosotros la imagen del ser humano terreno, incorporaremos también la del celestial.