1 Por todas partes se comenta que uno de ustedes vive con su madrastra como si fuera su esposa. Un caso así de lujuria, ni siquiera entre los no cristianos suele darse.
2 Y ustedes siguen tan orondos, cuando deberían vestir luto y no admitir en su compañía a quien así está comportándose.
3 Por mi parte, aunque estoy corporalmente ausente, me considero presente en espíritu y como tal he tomado ya una decisión contra el que así se ha comportado.
4 Reunido, pues, en espíritu con ustedes, en el nombre y con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo,
5 he decidido dejar a ese individuo a merced de Satanás*, a ver si queda destruida su condición pecadora* y él, animado por el Espíritu, se salva en el día del Señor.