9 Les dije por carta que no tuviesen trato con gente lujuriosa.
10 Es claro que no hablaba en plural, de todos los lujuriosos de este mundo, como tampoco de todos los avaros, ladrones o idólatras, pues en tal caso tendrían que vivir en otro mundo.
11 Lo que realmente quería decirles en la carta es que no tengan trato con quien presume de cristiano y es lujurioso, avaro, idólatra, calumniador, borracho o ladrón. Con alguien así, ¡ni sentarse a la mesa!
12 No me corresponde a mí juzgar a quienes no forman parte de la Iglesia. Pero juzgar a quienes forman parte de ella, sí es cosa de ustedes.
13 A los que están fuera ya los juzgará Dios. Así que eliminen el malde entre ustedes.