16 Pues así lo dice la Escritura: Sean santos, porque yo soy santo.
17 Y, si llaman Padre al que juzga a todos sin favoritismos y según su conducta, compórtense fielmente mientras viven en tierra extraña.
18 Deben saber que han sido liberados de la estéril situación heredada de los mayores, no con bienes caducos como son el oro y la plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, cordero sin mancha y sin tacha
20 que, existiendo desde antes de la creación del mundo, se ha manifestado al final de los tiempos para el bien de ustedes.
21 Gracias a él, creen en Dios, que lo resucitó triunfante de la muerte y lo llenó de gloria para que de esta manera la fe y la esperanza que ustedes tienen descansen en Dios.
22 Ustedes, obedientes a la verdad*, han eliminado cuanto impide* una auténtica fraternidad. Ámense, pues, intensa y entrañablemente unos a otros