18 Deben saber que han sido liberados de la estéril situación heredada de los mayores, no con bienes caducos como son el oro y la plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, cordero sin mancha y sin tacha
20 que, existiendo desde antes de la creación del mundo, se ha manifestado al final de los tiempos para el bien de ustedes.
21 Gracias a él, creen en Dios, que lo resucitó triunfante de la muerte y lo llenó de gloria para que de esta manera la fe y la esperanza que ustedes tienen descansen en Dios.
22 Ustedes, obedientes a la verdad*, han eliminado cuanto impide* una auténtica fraternidad. Ámense, pues, intensa y entrañablemente unos a otros
23 ya que han nacido de nuevo, no de un germen mortal, sino de uno inmortal, mediante la palabra de Dios viva y permanente.
24 Porque está escrito: Todo mortal es como hierba; toda su hermosura como flor de hierba. Se agosta la hierba y cae la flor.