1 Esta es ya, queridos, la segunda carta que les escribo. En ambas pretendo despertar mediante recuerdos su sincera conciencia,
2 para que rememoren el mensaje anunciado en otro tiempo por los santos profetas, y el mandamiento del Señor y Salvador que les transmitieron sus apóstoles.
3 Sepan, ante todo, que en los últimos días harán acto de presencia charlatanes que vivirán a su antojo y andarán diciendo en son de burla:
4 “¿Qué hay de la promesa de su gloriosa venida? Porque ya han muerto nuestros mayores y todo sigue como al principio de la creación”.